Tengo ganas de comerme tus labios
Esto no es regla puesto que en ciertos casos, los pequeños que proceden de hogares donde el abuso familiar fue el pan de día a día, llegan a aborrecer la violencia cuando medran, mas podrían correr el riesgo de temerle al matrimonio o de refugiarse en las drogas o el alcohol. Sigue leyendo
