Mi esposa me llamaba aproximadamente una vez por hora cuando estaba en sus citas
Deseaba sentirme sucia y humillada. Era mi fantasía, y ahora la estaba declarando sin reservas. Aquella situación me desconcertó. Confesar aquello me daba una sensación de liberación a la vez que de excitación que me llevó incluso a inventar algunas cosas que nunca había hecho o sufrido. Sigue leyendo
