Se trata de una impotencia disfrazada de hombría
Llámame y disponte a construir esa amedrentad a mi lado. Déjate seducir por la exuberancia cálida de mis pechos y por la sabiduría lujuriosa de mis labios. Ellos te harán descubrir placeres inesperados. Espero tu llamada. Besos. Sigue leyendo