Y es contra ellas contra las que hay que combatir
No hay hombre que tenga tan buena puntería a fin de que, a ciegas, acierte siempre y en toda circunstancia. Las distancias son tan cortas, que diríamos que en la mayoría de las relaciones íntimas, con penetración vaginal, el pene roza y se pone en contacto infinidad de veces con el orificio anal. Sigue leyendo
